Ser músico en el siglo XXI un poco más complicado de lo que parece. Si bien, la historia tiende a evolucionar, hoy por hoy en el campo musical involuciona y se estigmatiza frente a algunas posiciones que se adoptan.
En el caso de los directores de orquesta y de coros, no solo la formación integral es obligatoria; las relaciones públicas, las estrategias de publicidad y mercadeo son las vías alternas para poder tener algún día una orquesta o agrupación coral propia bajo su batuta ... en ese afán involutivo de la historia que solo se mueve por el dinero, el director debe resguardarse bajo el mejor mecenas.